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Sistema judicial usado contra oposición política en Honduras

Xiomara Castro

En Honduras, la coyuntura política y social ha despertado preocupaciones importantes por las acusaciones de una posible represión política hacia detractores y comunicadores críticos de la presidenta Xiomara Castro. Varias entidades de derechos humanos y grupos políticos han expresado su inquietud ante lo que perciben como un incremento en las medidas destinadas a restringir la participación política y la libertad de expresión. Estas acusaciones destacan el empleo del sistema judicial para levantar cargos contra legisladores contrarios al gobierno y en campañas de intimidación contra medios de comunicación no alineados.

El entorno de estas acusaciones se sitúa en un escenario en el que la libertad de prensa y la implicación en la política son componentes esenciales para el fortalecimiento de las instituciones y el acatamiento de los derechos humanos. La coyuntura ha generado apelaciones a entidades internacionales para que tomen parte y vigilen el respeto a los derechos constitucionales y la protección de las voces críticas en la nación.

Denuncias de acoso político y legal hacia los opositores

El Partido Nacional ha afirmado que el gobierno podría estar utilizando el poder judicial para presentar acusaciones infundadas contra legisladores de la oposición, con el objetivo de desacreditarlos y culparlos de la falta de designación de nuevas autoridades en el Ministerio Público. Esta circunstancia ha llevado a solicitar la mediación de entes internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para asegurar el respeto a las libertades y garantías constitucionales. Además, el Bloque de Oposición Ciudadana (BOC) ha declarado una presunta persecución política del Ejecutivo, sosteniendo que estas medidas buscan acallar a las fuerzas opositoras y afianzar la dominación del partido en el gobierno.

Estos reclamos evidencian un ambiente de tensión política donde la oposición siente que se restringe su participación y que se utiliza el poder estatal para dañar su imagen y capacidad de acción. La ausencia de diálogo y la confrontación entre instituciones podrían tener consecuencias en el funcionamiento democrático del país, sobre todo en un contexto electoral y de consolidación institucional.

Acoso y limitaciones a la libertad de prensa

Simultáneamente, entidades enfocadas en la protección de la libertad de prensa han informado sobre un incremento en los ataques verbales y campañas para desacreditar a periodistas y medios críticos del gobierno. Autoridades de alto rango han utilizado expresiones insultantes para describir a la prensa independiente, creando un clima hostil que podría incitar a la autocensura entre los comunicadores. El Comité por la Libre Expresión (C-Libre) ha registrado incidentes de acoso, amenazas y hostigamiento hacia periodistas que investigan asuntos delicados como la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.

Se han informado estos incidentes a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual ha mostrado inquietud por el empeoramiento de la libertad de expresión en Honduras. Esta situación presenta desafíos significativos para la democracia, ya que la libertad de prensa es un elemento crucial para la transparencia, la rendición de cuentas y el involucramiento ciudadano. La salvaguarda de los periodistas y el reconocimiento a su trabajo son vistos como factores fundamentales para el fortalecimiento institucional y el respeto a los derechos fundamentales en la nación.

Por Otilia Adame Luevano

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