Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

Investigación apunta conexiones del cuñado de la presidenta de Honduras con narcotraficantes

investigación periodística denuncia sobornos de narcotraficantes al cuñado de la presidenta de Honduras

Una investigación de un medio de comunicación ha colocado a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en una situación complicada. El martes, InSight Crime informó que en 2013, el cuñado de la presidenta, Carlos Zelaya, sostuvo una reunión con influyentes narcotraficantes que ofrecieron grandes sumas de dinero para apoyar la campaña de Castro, quien en ese momento era candidata por el Partido Libre, para alcanzar el poder en la nación centroamericana. Aunque Castro no logró la victoria en esa ocasión, eventualmente ganó las elecciones y asumió la presidencia de Honduras en 2022. Al tomar el cargo, se comprometió a combatir el narcotráfico y la corrupción, con el objetivo de reconstruir lo que describió como una “tragedia nacional”. La mandataria reaccionó a la revelación este martes por la noche, a través de la televisión, condenando “cualquier negociación entre narcotraficantes y políticos” y denunciando un posible complot para “derribar su Gobierno”.

Una investigación periodística pone en aprietos a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro. El medio InSight Crime ha revelado este martes que el cuñado de la presidenta, Carlos Zelaya, se reunió en 2013 con un grupo de poderosos narcotraficantes que ofrecieron decenas de miles de dólares para ayudar a que la actual mandataria, en su primera campaña en aquel entonces por el Partido Libre, llegara al poder en el país centroamericano. Castro no logró en aquel momento el triunfo, pero cuando por fin consiguió la victoria y asumió la presidencia hondureña en 2022, prometió luchar contra el narcotráfico y la corrupción y recomponer un país que describió como una “tragedia nacional”. La mandataria reaccionó la noche del martes a la revelación a través de una cadena televisiva y condenó “todo tipo de negociación entre narcotraficantes y políticos”. También denunció un supuesto plan para “asestar un golpe de Estado” contra su Gobierno.

El cuñado de la presidenta reconoció haber viajado a San Pedro Sula, una ciudad industrial en el norte de Honduras, a invitación de un «grupo de empresarios» y haber dialogado con narcotraficantes, según informó InSight Crime. «No está claro qué motivó la confesión de Zelaya, pero esta sorpresiva admisión se produjo poco después de que InSight Crime hablara con alguien presente en la reunión. Sin embargo, Zelaya, quien también anunció su dimisión del Congreso, afirmó que solo conocía a una de las personas presentes en el encuentro. Además, negó haber recibido dinero de parte de los narcotraficantes», señala el informe del medio.

El cuñado de la presidenta admitió que viajó hasta San Pedro Sula, ciudad industrial localizada al norte del país, invitado por un “grupo de empresarios” y habló con los traficantes, según InSight Crime. “No es claro qué fue lo que llevó a la confesión de Zelaya, pero la sorprendente admisión llegó poco después de que InSight Crime hablara con una persona que estuvo en la reunión. Aun así, Zelaya, que también anunció su renuncia al Congreso, afirmó que solo conocía a una de las personas en la reunión. Además, negó haber recibido dinero de los narcotraficantes”, informa el medio en su reportaje.

Castro ha asumido el liderazgo de un país sumido en la violencia de las despiadadas pandillas que dominan amplias áreas y colaboran estrechamente con redes de narcotráfico. La presidenta prometió implementar “acciones contundentes” para combatir la violencia que consume a su nación y anunció el pasado verano una operación policial y militar contra las pandillas, similar a las medidas rigurosas adoptadas por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en su lucha contra estas organizaciones criminales. Estas acciones han generado críticas significativas de grupos de derechos humanos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió en mayo pasado al Gobierno sobre el estado de excepción, señalando: “La seguridad no puede depender del Ejército”.

La respuesta de la presidenta ocurre en un contexto de relaciones tensas con Estados Unidos, después de una serie de declaraciones de la embajadora estadounidense en Tegucigalpa, Laura Dogu, quien calificó de «narcotraficantes» al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Roosevelt Hernández, y al exministro de Defensa José Manuel Zelaya, hijo de Carlos Zelaya y sobrino de la presidenta, quien renunció la semana pasada debido a los supuestos vínculos de su padre con narcotraficantes. La presidenta Castro ha intensificado las tensiones con Washington al decidir cancelar el miércoles pasado el tratado de extradición bilateral que existía con EE. UU.

La revelación de InSight Crime genera numerosos interrogantes sobre la influencia de los narcotraficantes en el gobierno de Castro, quien asumió el liderazgo del país después del polémico mandato del exmandatario Juan Orlando Hernández, condenado a 45 años de prisión por un tribunal de Nueva York por delitos de narcotráfico. «El video es una evidencia impactante de hasta qué punto los narcotraficantes han infiltrado a la clase política de Honduras. Confirma las sospechas de que el actual partido en el poder, al igual que políticos como Hernández, no estuvo exento de la influencia del dinero del narcotráfico, justo cuando se están intensificando las campañas para las elecciones de 2025», analiza el informe de InSight Crime, elaborado por los periodistas Jeff Ernst y David C. Adams.

El video, explican los reporteros en el artículo, inicia con varios individuos conversando en el salón de una opulenta mansión. “Fue registrado en noviembre de 2013. En ese periodo, Devis y Javier Rivera encabezaban Los Cachiros, el grupo de narcotraficantes más notorios del país, pero se enfrentaban a una ofensiva sin precedentes por parte de las fuerzas de seguridad tanto a nivel nacional como internacional. Recientemente, Honduras había aprobado una reforma constitucional que facilitó la extradición de sus ciudadanos por cargos de narcotráfico».

El video, cuentan los periodistas en el reportaje, comienza con varios hombres conversando en la sala de una lujosa mansión. “Fue grabado en noviembre de 2013. En ese momento, Devis y Javier Rivera lideraban Los Cachiros, el más infame grupo de narcotraficantes del país, pero enfrentaban una ofensiva sin precedente de las fuerzas de seguridad en casa y en el extranjero. Hacía poco que Honduras había aprobado una reforma constitucional que allanó el camino para que sus ciudadanos fueran extraditados por acusaciones de narcotráfico”.

Así explican los periodistas cómo consiguieron la filmación: “En septiembre de 2013, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sancionó a los Cachiros, y poco tiempo después, Honduras incautó millones de dólares en presuntas propiedades del grupo. Previendo una futura acusación por parte de Estados Unidos, y buscando poder negociar un posible acuerdo de cooperación con los fiscales norteamericanos, los hermanos Rivera comenzaron a grabar sus reuniones con narcos y políticos a través de cámaras espía”. InSight Crime recibió una copia del video en el que aparece Carlos Zelaya de una fuente “que pidió permanecer en el anonimato” y confirmó su autenticidad con otras fuentes que conocían ese documento. El video muestra que el familiar de los Zelaya pudo haber recibido más de medio millón de dólares de los narcotraficantes, a pesar de que él lo ha negado. “Toda la ayuda que le vamos a dar va para Mel… el compromiso con nosotros es Mel”, afirma uno de los narcos.

Por Otilia Adame Luevano

Deja una respuesta

También te puede gustar